Las mujeres cincuentonas también quieren buenos polvos
- 2813
- 17:56
- 3
Este tío gordo no suele tener mucho éxito con las vecinas, así que casi no podía creerse que su vecina madura le estuviera tirando los tejos. Luego averiguó que la mujer era una esposa cornuda harta de las infidelidades de su marido, y que no era el primero con el que quería devolverla la jugada. Pero él estaba muy necesitado, la guarra cincuentona muy buena, y a nadie le amarga un dulce, o un polvo. Claro que se pasó con el entusiasmo, se tiró a la vecina sin condón, y acabó corriéndose dentro de su coño, un total fracaso de la marcha atrás.