Aunque eso de pagar el alquiler en carne se escucha más de parejas heterosexuales, no hay duda de que los tiempos han cambiado. Cuando esta rubia madurita les alquiló el piso a estas dos estudiantes jovencitas, no pensaba que ella misma iba a acabar cobrando en especie. En concreto, la especie que significa poder probar sus coños calientes, y que ella probaran su chocho maduro, algo alucinante. Sin embargo, cuando negociaron el precio del alquiler, a todas les pareció sensato añadir este trio lesbico como una manera de ajustarl; y parece que fue buena idea, porque las tres gozaron como locas.