Cada vez que este hombre ve a la zorra de su mujer con una botella en la mano empieza a prepararse porque se acerca la hora del sexo salvaje. Cuando se toma unas copitas de más se convierte en una auténtica puta en la cama y claro, esos momentos hay que aprovecharlos porque como se descuide empezará a dolerle la cabeza y ahí ya no hay quien se la folle.