Esta ha sido un intento desesperado por tener sexo con la mujer de su hermano, y hay que decir que le ha salido bien al muy cabrón. En un momento dado, sabiendo que la cuñada estaba planchando la colada semanal en un cuarto aparte, ha ido allí. Todo con la excusa de que su camisa estaba muy arrugada. Desde luego, no es que fuera muy arreglado, pero la mujer aceptó de inmediato, como no podía ser de otra manera. Ahí él aprovechó para agarrar las tetas gordas de la rubia madura, que tuvo que reconocer que lo hacía mejor que su marido. Así acabaron follando en el cuarto de la plancha.