Con el pedazo de culo que se gasta y las tetas gordas que resalta sin pudor, la verdad es que a esta casada xxx no le hace falta mucho para llevar a su marido al borde del infarto. Y menos mal que se dosifica, o habría llevado al pobre hombre al borde del infarto. Pero vamos, que no es que haya que ser muy listo para imaginar que toda esta parafernalia con medias de encaje incluidas está gritando «¡quiero sexo gratis ya!». Y por si acaso no está bastante claro, seguramente ese consolador metido hasta el fondo de su coño maduro no admite confusión ninguna. Y por supuesto, su marido la complace con un buen polvo.