No me digáis que esta vieja zorra no tiene toda la pinta de ser la madame de un burdel de estos cutres de carretera que se encarga de la recepción de los clientes puteros. Pues ahí donde la veis tiene 71 años la cabrona y está de vicio, por supuesto después de haber pasado por el taller de chapa y pintura que la ha tuneado de arriba a abajo. Nosotros desde luego no estamos en contra de las operaciones estéticas y mucho menos a ciertas edades y esta abuelita está espectacular. Luego también físicamente se conserva de vicio y conserva una energía que le permite echar polvos tan sucios como este y aguantar sin problemas.