Esta ama de casa está harta de escuchar a su vecino aporrear su guitarra con sus ensayos, ya que es músico profesional. Así que se ha presentado en su casa para cantarle las cuarenta, todo en plan muy musical, pero la verdad es que estaba muy enfadada, sobre todo porque él no le hizo ni caso. Pero de alguna manera el chaval tenía que calmar a su vecina tan cabreada, y al echar un vistazo a la morena madura, supo de pronto cómo hacerlo. La mujer tenía pinta de ser una reprimida y una mal follada, y supo que con un buen polvazo seguro se tranquilizaba y lo dejaba en paz de una vez.