Después de haberle echado el ojo en el supermercado, este tío siguió a la morena madura hasta su portal. Tenía que entrar como fuera en su casa, así que se le ocurrió la idea de fingir ser un técnico electricista que tenía que revisar la instalación. La señora mayor cayó redonda en la mentira, aunque era curioso lo arreglada que iba para estar en casa. Quizá era más zorra de lo que pensaba, y recibía así a los tíos, fuesen quienes fuesen. La idea le gustó al chico, eso significaba que la vecina cachonda iba a estar dispuesta a follar con él sin mucho esfuerzo. Y así fue, quedó encantado con su polla mientras la chupaba, y esas tetas… ah, tenía que metérsela pronto en el coño maduro.