Esta mujer siempre ha sido insaciable en la cama, aunque la verdad su marido pensó que con el tiempo se iría calmando, y terminarían, como todos los matrimonios maduros, echando el polvo del sábado, sabadete. Pero no se le ha dado, con los años esta madura ha ido a peor en sus vicios, y todavía lo tiene por toda la casa follando como si fuera una jovencita, totalmente fuera de control, y temiendo que cualquier día sus hijos mayores los pillen in fraganti y pasen la mayor vergüenza de sus vidas. Pero oye, más vale estar casado con una mujer caliente, que con una tia que sea frígida.