Para empezar el lunes con buen pie, esta madura latina tiene muy claro que lo mejor es darse gusto al cuerpo; pero como su marido se ha levantado de madrugada para ir a trabajar y no tiene a mano otro tío que la alivie (que no creas que le importaría mucho ser una casada infiel si se le diera la oportunidad), ha echado mano de un enorme vibrador que él le regaló en su último cumpleaños, imagino que ya oliéndose el pastel. Desde luego no pudo haber acertado más, desde entonces ella empieza las mañanas con mucha más alegría, porque esta ama de casa rellenita todavía tiene el coño más caliente del barrio, a pesar de tener ya la menopausia.