Esta madre madura descubrió que en la consola de su hijo había un juego sexual, en concreto uno que medía la excitación y la intensidad de la masturbación. Primero pensó que su hijo era un vicioso pervertido por tener algo así; pero luego se dio cuenta de que estaba algo curiosa. Ella también quería comprobar si lo excitado que estaba siempre su coño caliente era normal o no; así que empezó a hacerse su propio test. Y bien, puede que la prueba diera niveles normales de excitación, pero no por eso ella dejaba de ser una zorra viciosa y cachonda, estaba claro.