Esta abuela es una mujer de armas tomar y cuando dice algo el resto de la familia tiene que obedecer. Se ha acostumbrado a tener todo controlado y ningún miembro puede hacer nada si no pasa bajo su supervisión. Fijaos hasta qué punto quiere controlarlo todo que no permite que su nieto se haga pajas y no porque le parezca mal puesto que es algo normal, sino porque es ella quien quiere hacérselas personalmente. Desde luego tiene una mano increíble y una boca que para qué hablar, pero sobre todo un par de tetas que pese a ser una jodida anciana están de vicio.