Esta mujer está harta de que la descocada de su hijastra vaya a perder el curso por andar pensando siempre en salidas, ropas y chicos. Cuando va a reclamarle, la encuentra de nuevo al teléfono con sus amigas, pensando en lo bien que lo van a pasar el fin de semana. Eso enerva a la mujer mayor, que sabe que necesita hacer algo drástico para que la chica cambie su actitud. ¿Pero qué? Quizá si le da la opción de cambiar de acera, la jovencita se piense eso de andar siempre detrás de pollas duras. La estrategia es como mínimo original; pero parece que, a partir de ahí, la universitaria empezó a dejar de pensar en estar todo el día en la calle y de picos pardos. En su lugar, ahora se encuentra con su madrastra, y está loca por que la rubia madura le provoque intensos orgasmos.