Se suponía que este tipo tenía que cuidar de la anciana y seguro que lo hará muy bien, pero esa vieja necesitaba algo más que un cuidador que la ayudara en las compras, la limpieza o cualquier otra tarea del hogar. Al ser viuda llevaba años sin que le echaran un buen polvo y se aprovechó de su cuidador para pedirle que hicieran funciones que no le correspondían, como por ejemplo follársela siempre que se lo pidiera. Bueno, a nadie le amarga un dulce y la verdad es que el coño de esa sesentona aún se moja y está muy pero que muy calentito.