Desde que la hermana mayor de su mujer se convirtió en una mujer divorciada, no ha dejado de visitar con frecuencia su casa. Al principio siempre era cuando estaba su esposa, pero después ya no le importaba, y se quedaba con él a esperarla. Empezó a sentir curiosidad ante ese comportamiento, hasta que una tarde, la rubia xxx por fin dejó caer la careta. Quería sexo, estaba bastante sola tras el divorcio, y se ponía caliente al pensar en su cuñado. La tetona xxx no tenía problema en que fuera su cuñado, no le importaba quedar como una zorra si a cambio se llevaba un orgasmo.