Vecinas maduras y gorditas, lo mejor
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Este hombre ya sabía que apuntarse al teletrabajo desde casa no era una buena idea. Y es que mientras él intentaba tener unos horarios y poder conciliar la vida laboral y familiar, su mujer lo tomó por otro lado. Y para ella, el tenerlo todo el día allí significaba tener carta blanca para follar a cada hora si era necesario; es lo que tiene ser una madura multiorgásmica y casi ninfómana. Así que el pobre hombre está al borde de la consumición, pero qué coño: es un placer poder joder a su esposa culona y verla retocerse cada vez que alguno de los dos se corre.