Desde luego que este taxista puede decir que su día hoy ha sido redondo, y que salir a trabajar le ha valido la pena, pero de lejos. Para empezar, le hizo el servicio a esta rubia madura que iba tan sexy vestida, y poco imaginaba lo bien que le iba a ir. Porque la señora quería sexo gratis, que no viaje, y él pensó que era una buena propia, después de todo.
Y más se alegró cuando se dio cuenta que era multiorgásmica, después de frotar su clítoris y follar su coño peludo. Sus jugos vaginales empaparon todo el asiento trasero, y ya puestos, él le pidió acabar follando su culo, que era verdaderamente algo irresistible.