Antes de convertirse en unas viejas jubiladas, estas tres guarras maduras decidieron aprovechar sus últimos años de mujeres potentes. Así, las tres fueron a una clínica estética y salieron de ella con estas tetas operadas y estas curvas de infarto. Y sí que piensan disfrutarlas a tope, pero antes, quieren una sesión de sexo lesbico e íntimo, solo ellas tres. Y por lo que se ve, no es la primera vez que estas tres cincuentas actúan como boyeras, de seguro ya antes se han andado comiendo los coños y compartiendo corridas.