No te pierdas la cara de alucine de la hija de esta gordita madura, que no puede creer que su madre sea tan desvergonzada. Y es que nadie la había preparado para que la vieja se volviera loca de repente, y al subirse al taxi, quisiera quedarse desnuda como la trajeron al mundo. Claro, ahora tiene algunos michelines más, unas tetas gordas y mucho descaro para volverse una milf exhibicionista. A todo esto, el taxista está encantado de que la señora haya querido que le muestre la ciudad montada en el asiento delantero y sin nada de ropa. Y si no fuera porque estaba la chica en el asiento trasero, seguramente le hubiera propuesto una paradita para disfrutar de una polla dura nacional.