Pero que coño más rico tiene nuestra siguiente invitada, una cuarentona que se conserva bastante bien y a la que le encanta que le hagan revisiones vaginales. Obviamente este tipo no es más que un pervertido y de médico tiene lo que nosotros de toreros, pero hay que reconocer que se lo tienen muy bien montado y cualquier diría que es un ginecólogo profesional. En realidad lo único que hace es meterle los dedos sus supuestas pacientes y hurgar en sus coños estimulando sus clítoris y sus labios vaginales, sin duda una profesión por la que todos los aquí presentes mataríamos por ejercerlas.