Esposa alemana engaña a su marido con el vecino
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Literalmente en esta ocasión se juntaron el hambre con las ganas de comer porque esta vieja gorda no follaba ni pagando y el vagabundo al que le tiró «bocao» llevaba un par de días sin comer apenas nada. La mujer le propuso que fuera a su casa a darse una ducha y a comer, a cambio, ella le echaría un polvo que seguramente sería el primero que el hombre echaría en años. Joder, esto si es que te toque la lotería y aunque la belleza brillaba por su ausencia en la señora y era tirando a desagradable, luego la chupaba de vicio y tenía un coño de lo más apetecible.