Cualquiera diría que estas ancianas en edad de estar a punto de ser jubiladas no deberían tener tantas ganas de sexo, cuando hace ya mucho tiempo que están menopaúsicas. Pero resulta que son mujeres mayores de éxito, ambas ejecutivas de amplia trayectoria, y que ese poder las pone muy cachondas, sin que ni siquiera necesiten un hombre cerca para que eso ocurra. Y mejor así, a su edad tener una buena polla a mano es algo complicado, por lo que es mejor ir cargada siempre con un buen vibrador o consolador; y en su defecto, si una tiene habilidad con los dedos para acariciarse el clítoris, seguro que tampoco se hecha de menos un rabo de verdad.