Puede que otras mujeres casadas se agobien un poco cuando llega un día de lluvia, y les entra cierto síndrome del ama de casa; sin embargo, a esta cuarentona xxx no le pasa eso. Su mismo marido alucina con ella, porque nada más abrir el ojo y ver la lluvia por la ventana, le ha dado por ponerse su lencería más sexy. Y ahí ha empezado todo, porque no ha tenido reparos en mostrarle a su hombre que está muy cachonda, y quiere sexo salvaje en este día hecho para pasarlo en la cama. Cada día está más agradecido de estar casado con esta zorra viciosa, a la que no le importa siquiera ser una guarra madura.