Como a muchas de las mujeres de su época, a esta señora se le ha ocurrido hacer una foto familiar, en la que entren sus hijos y nietos, un recuerdo que les sobreviva a todos. Concertó una cita con un nuevo fotógrafo que le habían recomendado, y cuando este apareció se quedó con la boca abierta. Era un chico joven, podía ser fácilmente su hijo, pero el coño se le había mojado nada más verlo, mucho más escuchándolo hablar. Nunca había pensado en tener sexo con chicos jóvenes, pero joder, la estaba poniendo muy cachonda. Y llegó un momento en que la vieja tetona ya no estaba interesada en el trabajo, sino en lo que el tío tenía entre las piernas.