Desde que perdió a su esposo y quedó vida esa anciana está más cachonda que nunca. Fue su nieto precisamente el que probó el fuego de la vieja, ya que era la misma abuela la que le decía lo mucho que le recordaba a su difunto esposo.

El hecho de que su abuela se la follara con tanta pasión puso bien caliente al jovencito, el cual se dejó llevar por la experiencia de la vieja hasta que le sacó toda la leche.